Astillas de Madera para Ahumar

Como paisa que se respeta, siempre he estado orgullosa de nuestro chicharrón, pero desde que descubrí estas astillas de madera de cerezo, ¡ave maría!, la cosa se puso en otro nivel. Las probé en un asado familiar en mi casa de Envigado y quedé enamorada.

El aroma que soltaba el chicharrón mientras se ahumaba con el cerezo tenía a todo el conjunto preguntando qué estaba cocinando. La piel quedó crujiente como debe ser, pero con un sabor dulzón tan especial que hasta mi suegra (que es la más crítica) me pidió la receta.

Lo mejor es que no hay que ser una experta - yo solo remojé las astillas media horita, las puse en la parrilla con el chicharrón, y la magia comenzó. El sabor que le dan es tan bueno que mis hijos ya no quieren el chicharrón "normal" del restaurante de la esquina.

Eso sí, parceros, hay que tener varias bolsitas a la mano porque se gastan rapidito, pero por el sabor que le da a nuestro chicharrón paisa vale cada peso. Ahora todos los domingos familiares me piden que prepare "el chicharrón especial de la tía".

¡Si son amantes de un buen chicharrón crujiente, tienen que probar estas astillas! Quedaron tan buenos que hasta para vender servirían, papá.

¡Qué chimba de producto, parceros! 🔥​​​​​​​​​​​​​​​​

Después de probar estas astillas de madera para ahumar, mi forma de cocinar en la parrilla cambió por completo. El sabor que aportan es simplemente espectacular - desde el primer momento en que las usé con un buen corte de carne, quedé fascinado por la profundidad y complejidad de sabores que añaden.

Lo mejor es lo fácil que son de usar. Un remojo rápido de 30 minutos, las pones en la parrilla y listo - el aroma que desprenden mientras se queman es una delicia que hace que todos los vecinos pregunten qué estás cocinando. He probado diferentes variedades, desde manzano hasta hickory, y cada una aporta su toque especial.

Lo único a considerar es tener suficientes a mano, ya que se consumen relativamente rápido cuando te envicia el sabor que dan (¡como me pasó a mí!). Pero créanme, vale totalmente la pena la inversión.

Si quieren elevar sus parrilladas al siguiente nivel, estas astillas son imprescindibles. ¡No volveré a cocinar sin ellas!